Esta pulsera delicada y sofisticada está formada por perlas de río ovaladas y achatadas, cuya suavidad y brillo evocan la serenidad del agua. En muchas culturas, las perlas simbolizan la pureza, la sabiduría adquirida a través de la experiencia y la protección. Se cree que llevan una energía calmante, promoviendo el equilibrio emocional y atrayendo energías positivas.
El broche, cuidadosamente diseñado, aporta un toque de distinción y seguridad, completando esta pieza de belleza atemporal. Ideal para quienes buscan no solo una joya elegante, sino también un símbolo de tranquilidad y sabiduría interior, perfecta para ocasiones especiales o para dar un toque refinado a tu día a día.